Se acerca la fecha del evento (fiesta, boda, cumpleaños, reunión, despedida). Las clásicas preguntas, ¿Ya tienes vestido? ¿Con qué zapatos? ¿Qué peinado? ¿Y la bolsa y los accesorios? ¿Con quién irás? ¡Dios, que estrés!
La primera etapa (bueno, siempre y cuando haya dinero) es la compra de lo faltante: zapatos, aretes, bolsa, vestido...Esto es lo más emocionante, además tengo el récord de ser la más veloz para el "chopin" que le llaman.
Un día antes siempre me dará la etapa de la flojera, esta fase incluso puede darse horas antes del evento. Invariablemente estaré en mi cama pensando si ir o no ir, con la mente en búsqueda de algún buen pretexto para evadir el compromiso adquirido y quedarme viendo tele o "feisbukeando".
Después viene Pepito Grillo quien me libera de la modorrez. "Ahora vas" retumba en mi cabeza. Me convenzo un poco más diciéndome a mi misma, "uno nunca sabe con quien puede toparse en ese evento" "Ya tienes listo todo, anda, sal". "Muévete". Ok, Ok, ahí voy.Comienza la fase del arreglo, normalmente con un regaderazo. Eso despeja la cabeza, el ánimo resurge. Alguna buena rola acompaña mi ducha. Bien, empiezo a adquirir el mood.
Estoy lista, let´s rock.
Y se confirma, la vida social implica mucho sacrificio.