Hacía mucho tiempo que no venía.
Algunas noches lo esperé, pero me acostumbré a su ausencia más rápido que a su presencia.
Con su llegada todo se llenaba de ruido, prefería su lejanía silenciosa.
Su incansable ir y venir provocaba repulsión. No había manera de atarlo, era mejor así.
Ayer regresaste, no pude dormir. Intenté ignorarte pero fue imposible.
Tú zumbido fue demasiado fuerte.
Me levanté y conecté el Baygon contra mosquitos.
6 comments:
Jajjaja, me hiciste reír, muy ingenioso. Muy bien 10 felicitado!
Una pulga me puede usar de resbalín y la puedo ignorar, un mosquito zumbón, ¡imposible!
Buen post, je
Gracias x la visita a nuestro blog, nos estamos leyendo!
estoy de acuerdp z
mientras no te los comas ... está bien, jjaja.
nunca me he comido un mosquito...
creo. jeje
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