Hoy busqué darte una parte de mí.
Fuí rechazada, no me lo permitieron.
Quería hacer lo que estaba en mis manos, en mi sangre para ayudarte.
¿Cómo sabrás que lo intenté? ¿Quién te explicará que mis venas eran demasiado delgadas y no soportarían una aguja de ese tamaño?
Ahora ya no puedo verte ni hablarte pero sigo escuchándote.
No desesperes. No me rindo. Encontraré alguien con venas fuertes y marcadas para donar plaquetas.
3 comments:
Que te vaya bien en esa noble empresa.
Plaquetas, plaquetas, y la vida de un casiniño pendiendo de la generosidad de otros; así es la vida del hombre. Seguro encontrarás donadores
Oye, yo sere compatible?
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