Apr 29, 2008

17

Era 1991. Un día soleado de Abril.
Cuando llegó yo iba para mis 17, justo como ella ahora.
La recibimos con sus grandes ojos negros, largas pestañas, cabello lacio, tez morena, manos frías, pequeñas y rojas. Aunque no hablaba, todo lo decía a través de esa mirada profunda e inquieta. Desde ese día la hicimos nuestra, era nuestra niña.
Empecé a crecer junto con ella, iba conociendo su mundo y ella el mío; intercambiamos experiencias: ella comenzó a hablar, yo a escuchar. Me enseñó a no tener miedo a ser diferente, aprendí a defenderla cuando era necesario. Me educó para que no me importara el qué dirán, yo a que pidiera las cosas por favor y diera las gracias.
La recuerdo pequeña, subiendo y bajando por los juegos de la manera más intrépida sin miedo a nada ni a nadie, lanzando algunos gritos de euforia, espantando a los niños mimados de alrededor. Me acuerdo de ella y el agua: ¡qué emoción la regadera!; luego aquel chapuzón en la alberca sin saber nadar y mis papás, que tampoco saben, pidiendo auxilio.
Y parece que esto sucedió ayer mientras dormía. Pero no, ella está ahí cada día más grande.

2 comments:

Berenice Mares said...

FElIZ CUMPLE SUSI

DeLaCruz said...

:-) Nice! Justo lo que le hacía falta a esta familia nuestra...