Después de 2 horas de vuelo, el piloto anunció:
"Les informamos a nuestros pasajeros que hemos comenzado el descenso a la ciudad de M."
A partir de ese momento los oídos parecían saltarle de la cabeza.
Los tímpanos retumbaban salvajemente.
Los ojos se estiraban por dentro como si fueran de chicle.
Era una sensación de estar encerrada al vacío.
Los minutos para aterrizar se eternizaron.
2 comments:
jaja, y eres tu M. llegando a la ciudad M. ???? M&M ya dejate ver !!!
y al llegar al suelo, lo empiezas a besar agradeciendo estar en tierra ji ji ji
saludos. Hilda
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