Hijo: ¿Por qué debo acostumbrarme a ponerme esto en el rostro?
Madre: Es una costumbre, para que nadie pueda reconocerse.
H: ¿Para qué quiero que nadie me reconozca?
M: Para que puedas actuar.
H: ¿Actuar?
M: Sí, ser otro. Tener varias vidas.
H: ¿Puedo tener varias vidas?
M: Sí, millooooones.
Y ante la cara estupefacta del niño, la madre aclaró, cuando seas grande lo entenderás.
6 comments:
hola zell
que madre tan esquizofrenica porque confunde la identidad
No sé si tener varias vidas, pero que todos actuamos un poco, es así... (ojo, sin máscarás)
Pobre niño seguro que será TETRA-polar cuando sea grande... ;-)
Estoy harta de las máscaras (por lo menos deberían ser creativas, así serían mínimamente soportables) Le huyo al continuo baile de disfraces que provoca "la sociedad" Creo que mi confianza en la humanidad sigue desvaneciéndose. Saludos
Para actuar no hace falta máscara, conozco algunos que lo hacen divinamente a cara descubierta
kenissee, es el chiste: confundir, pretender, aparentar. Y los niños aprenden del ejemplo. no?
ana, sí, pero solo un poco. A veces es demasiado. no?
Rich, espero que no! espero que se le quiten esas mañas a la madre.
América, no había pensado en eso de la creatividad... estaría genial, que nuestra doble vida fuera más original.
Maria Jesus, hipócritas. raza de víboras.. no?
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