Melancolía

Él es Celestino. Vive de recuerdos, de sueños, de melancolía. Sus ojos reflejan la experiencia de la vida, los golpes de los años, la soledad del presente. Cada arruga de su piel es una señal de sabiduría y una preocupación del pasado.
Hoy se ha levantado más temprano de lo normal. Raro en él. A lo largo de sus 85 años siempre ha mantenido el mismo horario: levantarse a las 6 am, acostarse a las 9 pm. Pero hoy, algo lo ha despertado subitamente. Son las 5 menos 10.
Se mantiene acostado. Hoy, por primera vez no se levanta de un salto de tigre, se queda volteado en la cama. Últimamente los días le parecen más largos y no piensa aportar más horas al día.
Su vida cambió en septiembre de 2006. Hasta esa fecha sólo había vivido para ella: ahora qué? La güerita lo había dejado atrás: ya no estaba aquella que le servía en vez de 2 albóndigas, 3 porque andaba debilucho, la que le corregía cuando decía "zanoria", la que cantaba todos los días al amanecer, la que le recibía tiernamente al llegar a casa con una historia diferente cada día, la que organizaba las posadas que tanta alegría traían a la colonia, la que con bromas y chistes alegraba su día, la que con su dulce voz había arrullado a sus 13 hijos. Ella ya no estaba.
Pero ella se empezó a marchar desde tiempo atrás: ¿porqué no me dí cuenta? ¿Porqué la dejé ir? ¿Porqué no viajé con ella? ¿Porqué no la acompañé más cuando aún podía sonreirme? ¿Porqué no conservé esos detalles de enamorados? ¿Porqué? ¿Porqué? Ahora estas preguntas carecían de sentido. Sin embargo llenaban su cabeza de ruido...hoy no se levantaría.