El amor fraternal parece poco valorado.
Sin embargo, el hermano es aquel con quien puedes compartir toda clase de climas:
Días de sol, calurosos con brisa, para llenar el alma de risas;
Días de lluvia, nublados y con lágrimas, viviendo con los corazones apachurrados;
Días fríos, nevados y obscuros, odiando el mundo;
Días de luna llena y estrellas, compartiendo historias repletas de melancolía;
Días áridos y secos llevando la vida a cuestas;
Días con probabilidad de lluvia que terminan soleados;
Días de tormenta eléctrica, cuando parece que nos partirá un trueno en dos.
Y aunque cada quien emprenda su vuelo al sol, los hermanos están allí, poniéndote de pie, aunque el mundo no lo alcance a comprender.
Gracias a la vida por mis 6 hermanos.
Cada uno especial, como el clima de cada día.
5 comments:
Eres muy afortunada de tenerlos. Un beso
Qué lindo tener esa bendición multiplicada por seis. Nosotros somos tres, y aunque uno ya no está, seguimos siendo tres.
Pues suerte que no te tocó mi hermana.
Susana, sí soy afortunada! Muy.
Gabriela, es una gran bendición.
Ses, con seis tienes chance de elegir con quien. ja!
Siiiiii el mejor regalo que los papás pueden dar.
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