May 10, 2010

Tarde.

Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar.
Los árboles marchitos.
Mi cuarto solitario.
Y los retratos viejos
y el libro sin cortar...
Chorrea la tristeza por los muebles
y por mi alma. Quizá.
Quizá no tenga para mí naturaleza
el pecho de cristal.
Y me duele la carne del corazón
y la carne del alma.
Y al hablar
se quedan mis palabras en el aire
como corchos sobre agua.
Sólo por tus ojos sufro
sufro yo este mal.
Tristezas de antaño
y las que vendrán.
Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar.
(García Lorca)

Aquella tarde descubrió su caparazón. El corazón se encostró.
Y lloró junto con la lluvia, único testigo de la metamorfosis.

1 comment:

Gabriela said...

Y ojala que, a pesar de todo, no pare el caminar.