Debo aceptarlo: me trae de un ala. El primer paso para superarlo es la aceptación.
Así no puedo volar. Quiero dejarlo atrás. ¿Qué tan alto puedes llegar así? A ningún lado, te estrellas contra el charco más cercano, que si bien te va es de agua y no de lodo.
Corazón volador.
Sorbo mi café. Estoy nerviosa. ¿Por qué estoy tomando café? No lo sé.
Supongo que es culpa de la costumbre. Tengo taquicardia.
Corazón cafeinomano.
Lavo mi corazón. Lo restriego fuertemente contra el lavadero, hasta que veo que los nudillos sangran. Ahora lo exprimo y lo tiendo al sol, que al momento se oculta. Ahora llueve, mi corazón no se secará nunca, jamás quedará como nuevo.
Corazón lavado.
6 comments:
Que tierno!!!.... me encanto el corazón lavado... me imagine la escena ojala que siempre llueva para que nunca se seque...
Un abrazo!!!
Un corazón nuevo, un corazón jamás usado... creo que prefiero uno parchadito que aprendió a querer. A cocachos tal vez, pero aprendió, y ojalá no olvide jamás lo aprendido.
"Dos corazones debira tener,
como los ojos las manos, los pies.
Si uno se enferma de pena y dolor,
el otro que está sanito
se va buscando otro amor"
Así dice una canción de mi tierra, y es verdad.
Muy lindo texto, Zocadiz. Un acierto.
Estoy de grinch así que me ahorraré los comentarios jajaja
antes creía que lavarme el corazón seria lo mejor...
pero ahora se que al igual que vos mi corazón lavado nunca quedará como nuevo...
que suerte+ç
besos desde el sol
Pero la huella de la herida queda prendida incluso después del lavado con antimanchas.
Es como el cuadro de Dorian Gray que cada uno de nosotros tenemos.
Besos con corazón lavado y usado
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