Somos castillos en el aire, sueños no vividos.
Encuentros que generan abismos de soledad.
Llamaradas de hojarasca apagada por el viento.
Fuimos risas auténticas, perdidas en el vaivén del mar.
Nos quedó el silencio de la noche, la mentira sonriendo.
Ahora todo es lejano con espacios desocupados.
Reclamos al aire, nada queda más que un corazón cegado por la rutina.
Desencuentros provocados, zopilotes merodeando.
La indiferencia reinando mientras se vive el duelo.
Hay nuevas confusiones que llegan con las estaciones.
Misteriosa presencia rodeándome, preparándose para robarme el último aliento.
A sacudir la vida al sol para desempolvar sentimientos.
Lo que un día fuimos y perdimos. Ya no volverá.
1 comment:
El tiempo que se va no vuelve. Por eso es importante usarlo bien. Y así como el tiempo va y no vuelve, se lleva parte de nosotros.
Feliz 2023, Zocadiz.
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