Habían pedido tanto por la lluvia, la escasez de agua había sido tremenda. Ahora que llovía a cántaros rezaban para que se apaciguara el temporal. ¿Quién entiende a la raza humana?
El corazón le palpitaba fuertemente cuando escuchaba esa voz, le gustaba. Pero la cabeza meneaba fuertemente mientras apretaba la mandíbula, no debería. ¿Quién gana?
Gana la lluvia sobre el hombre al que ahoga dándole una lección de su pequeñez. Gana el corazón sobre la razón mostrándole la magnificencia de la caridad por encima de la sabiduría. Aun cuando el camino del que ama sea más áspero que el del sabio.
Sigue lloviendo...
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1 comment:
El que gana siempre pierde... aunque sea un poquito.
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